Karen Chunga es de nacionalidad ecuatoriana y terminó su enseñanza media en Chile. Rindió la PSU y logró su sueño: entrar a estudiar Ingeniería Civil Industrial en la Universidad Católica de Valparaíso gracias al Crédito con Aval del Estado – CAE – y el Fondo Solidario de Crédito Universitario. Hasta ahí iba todo bien y se proyectaba aún mejor, luego del anuncio presidencial de la Gratuidad para la Educación Superior.
Junto a su madre, Julia López quien lleva viviendo en Chile desde hace 10 años, realizó los trámites para postular a este beneficio; sin embargo, en octubre pasado su sueño pareció truncarse: según información entregada por la PDI, Karen no registraba residencia definitiva en el país, motivo por el cual no le correspondía la asignación de tal beneficio estudiantil.
Ambas acudieron de inmediato hasta la oficina central de Ayuda Mineduc en Rancagua y plantearon el caso al encargado de Becas y Créditos, Robinson Storey, quien de inmediato realizó las gestiones con Departamento de Financiamiento Estudiantil de la DIVISUP para solucionar el problema y las noticias fueron auspiciosas.
“El caso de Karen se validó nuevamente con la Policía de Investigaciones, quienes ayer informaron que ya cuenta residencia definitiva vigente; por lo tanto, es beneficiaria de Gratuidad para la educación superior”, informó el Secretario Regional Ministerial, Hernán Castro.
“Más allá de la Gratuidad, este caso reviste especial importancia porque se entrelaza directamente con uno de los pilares fundamentales de la Reforma Educacional del Gobierno de la Presidenta Bachelet y que es la inclusión; es decir, garantizar el derecho a una educación de calidad sin importar de dónde proviene los estudiantes”, señaló la máxima autoridad educacional de O´Higgins.
Por otra parte, la autoridad destacó la funcionalidad de las oficinas Ayuda Mineduc y el compromiso de los funcionarios que allí trabajan con la atención de sus usuarios.
Karen junto a su madre, se mostraron emocionadas y felices al recibir la noticia.
“Apreciamos mucho lo que se hizo por mi hija, más aún cuando una como mamá piensa que jóvenes chilenos no pudieron tener el beneficio y nosotras que no somos de acá, sí”, manifestó Julia.
Asimismo, Karen comentó: “Esta es una carrera muy cara, que vale más de dos millones de pesos al año – y ya el año anterior tuve que hacerlo con dos créditos distintos; así que saber hoy que ya no tendré que seguirme endeudando, es una gran noticia”, indicó la joven.